El nuevo Nosgoth

Consejo del dios antiguo…

Dios antiguo: Usa tus talentos recién adquiridos para acceder a zonas antes vedadas para ti.

Raziel sale al exterior, y observa tras varios siglos el Santuario de los Clanes…

Raziel (vo): ¡Dios mío! El Santuario de los Clanes reducido a la nada. Tras estos muros se encuentran los Pilares de Nosgoth, la base del imperio de Kain.

Qué humilde parece ahora hundido en el polvo de su antigua grandeza. Y sin embargo, acabo de resucitar. Parecen haber pasado siglos entre mi ejecución y mi resurrección.

Dios antiguo: Este mundo está sacudido por cataclismos. La tierra se agita para quitarse la pestilencia del imperio parasitario de Kain. El destino de este mundo fue decidido en un instante por un único hombre.

Al no querer sacrificarse para restaurar el Equilibrio de Nosgoth, Kain condenó al mundo a la miseria que observas. En ese instante comenzó el caos. Ahora casi se ha extinguido. Nosgoth se encuentra al borde del colapso, no puede mantener su débil equilibrio.

Raziel intenta entrar al Santuario de los Clanes…

Raziel (vo): Las puertas del Santuario eran inamovibles, tanto desde dentro como desde fuera. Tenía que encontrar otro modo de entrar.

Raziel llega al lago de los muertos…

Raziel (vo): Por lo menos esto permanecía inalterable. El vórtice del abismo siempre girando. A la vez tumba y cuna de mi renacimiento.

Aunque gran parte del paisaje de Nosgoth ha cambiado, estos precipicios me permitieron orientarme. El territorio de mi clan estaba al oeste. Estaba ansioso por descubrir la suerte de mis descendientes durante los siglos de ausencia.

Raziel alcanza la fortaleza de su clan…

Raziel (vo): Desolación absoluta. Mi honrosa estirpe arrojada de este mundo como si se tratase de los excrementos de una bota.

Conocía al autor de esta atrocidad.