Defiance

Raziel en el inframundo

Raziel aparece en el inframundo, postrado ante el dios antiguo.

Dios antiguo: Ríndete, Raziel. Abandona esta inutil rebelión. Fui yo el que te creó. Tu vida había llegado a su fin y por mi Gracia te salvé.

Eres mi cosechador de almas. No tienes ningún otro propósito más que ese. ¡Ninguno! Acepta la llamada, Raziel. Renuncia a esas vanas esperanzas. Deja de resistirte y aliméntate.

Raziel: ¡No!

Dios antiguo: ¿Qué sacas de este absurdo desafío?

Raziel: Hallo una cierta macabra satisfacción al encolerizarte.

Dios antiguo: Mi paciencia es eterna, Raziel. ¿Cuántos millones de años vas a aguantar languideciendo aquí? La Rueda del Destino debe girar. ¡Todos son redimidos en la catártica agonía del nacimiento, muerte y resurrección!

Este es el motor de la vida. El ritmo purificador del universo al que todas las almas son irresistiblemente atraidas. La tuya es una función noble y necesaria, Raziel.

Raziel: ¡Basta ya de sermones! ¿Es que quieres someterme por aburrimiento? ¿Por qué sigues con este juego? Ambos sabemos lo que eres. No eres mejor que los vampiros a los que tanto desprecias. Un voraz parásito que oculta su apetito con un velo de moralidad. Me niego a cumplir tu voluntad.

Dios antiguo: Puedo ver tu corazón, Raziel. Lo que te retiene aquí no es tu voluntad, sino tu cobardía.

Raziel: ¿¡Cómo!?

Dios antiguo: Sabes qué destino te aguarda cuando abandones el inframundo. Esa arma fantasmal que llevas te lo recuerda constantemente. ¿Verdad? La espada te espera ahí fuera en alguna parte y te demoras aquí por temor a encontrarte con ella.

Raziel (vo): No podía negarlo. Mientras languideciese aquí, desafiando a mi captor, podía posponer lo que temía que fuese mi condena inevitable. Convertirme en el voraz espíritu prisionero de la espada Segadora.

Pero esa sentencia no era peor que el punto muerto en el que me encontraba. Mejor enfrentarme a mi propio destino que huir de él.

Dios antiguo: Cosechador de almas te hice y a esa función, mi Ángel de la Muerte, regresarás.

Raziel: Basta… está bien. Me someto.

Dios antiguo: Muy bien. Satisface tu hambre.

El dios antiguo hace aparece ante Raziel un alma para que éste la devore

Raziel: Aaaaahhh, aaaahh, aaahh…

Dios antiguo: ¡Sí! Acepta la llamada Raziel. Verás que al igual que el desafío tiene un precio, la obediencia tiene sus recompensas.

Raziel (vo): Y el sometimiento no es siempre lo que parece.

Raziel accede a una nueva cámara con un profundo abismo en el que flota una niebla blanquecina…

Raziel (vo): Debajo de mí se agitaba una neblina de aspecto ominoso. Sabía que si me caía sería mi perdición.

Antes de abandonar esta cámara, el dios antiguo detiene a Raziel…

Dios antiguo: ¿Te crees que tu lealtad se demuestra tan fácilmente? Tu camino seguirá sellado hasta que no hayas ofrecido más pruebas de tu obediencia.

Raziel: Debo alimentarte antes de abandonar este lugar.

Dios antiguo: ¡Debes alimentarte tú, Raziel!

Raziel: La Rueda debe girar.

Dios antiguo: Ahora lo entiendes.

Tras consumir las almas de esa habitación, el dios antiguo permite a Raziel proseguir…

Dios antiguo: Puedes irte. Pero recuerda: eres mío. No puedes escapar de mí, igual que no puedes escapar de ti mismo.

En la siguiente estancia, Raziel vuelve a encontrar su paso detenido por el dios antiguo y es instigado a luchar con Sluaghs…

Raziel: Quieres que limpie esta habitación de sabandijas.

Dios antiguo: Si es que quieres salir de ella.

Raziel: Se hará tu voluntad.

Dios antiguo: Mi buen sirviente.

Una vez que Raziel acaba con ellos…

Dios antiguo: ¿Lo ves? La obediencia proporciona recompensas rápidas.

Raziel entra en una nueva parte de la cueva en la que hay una abertura en la parte superior. Comienza a caminar sigilosamente pero el dios antiguo descubre sus intenciones y hace que la niebla comience a subir. Raziel entonces intenta alcanzar el agujero del techo…

Dios antiguo: ¿¡Adónde crees que vas, alma insignificante!?

No puedes escapar.

¡Raziel!

Astuto, Raziel, muy astuto.

Corres rápido.

Ya he soportado bastante tu juego.

Abraza tu destino.

¡Me estoy cansando de esto, Raziel!

Raziel consigue agarrarse a un saliente y escapar justo a tiempo antes de que el dios antiguo provoque un desprendimiento que deje tapada la salida de la cueva…

Dios antiguo: ¡No!

Raziel (vo): Claramente, mi fuga no estaba prevista, o mi benevolente amo no se habría esforzado tanto en detenerme. Y si mi marcha le disgustaba entonces para mí era una victoria, por pequeña que fuese.

Raziel descubre una salida sólo accesible en el Mundo Material…

Raziel (vo): En el reino Espectral, el agua es tan fina como el aire, lo cual ponía esta abertura fuera de mi alcance. Pero una vez que encontrase la manera de llegar al mundo Físico, podría nadar hasta allí.

Raziel encuentra una puerta cerrada mediante un mecanismo…

Raziel (vo): Esta puerta sólo podría abrirse mediante el artefacto adecuado Pero para usar un objeto así, primero tendría que encontrar una forma de regresar al reino Material.

Avanzando, Raziel halla un portal para entrar en el mundo Físico…

Raziel (vo): Por fin descubrí un conducto hasta el reino Material. Podría escapar finalmente del mundo Espiritual y alejarme un paso más de mi torturador.

Dios antiguo: ¿Creías que ibas a recibir los mismos dones que tenías antes de tu rebelión? No, Raziel. No necesito que entres en el mundo físico, así que no tendrás conducto alguno hasta él. Me sirves adecuadamente como espectro y como tal te quedarás.

Raziel (vo): Así que mis cadenas no habían sido eliminadas, tan sólo aflojadas. Pero no iba a quedarme prisionero en el mundo espectral. Tenía que haber otro camino.

Saliendo de la habitación, Raziel aparece en el exterior y encuentra dos arcontes…

Raziel (vo): Al emerger, tuve una visión de en qué me convertiría si no escapaba del reino Espectral, pues aquellos también eran agentes de mi amo que cazaban a las almas perdidas que pugnaban por escapar de la eterna penumbra del inframundo.

Después de eliminarlos, Raziel continúa su búsqueda de un medio alternativo para entrar en el Reino Material…

Raziel (vo): El plan de mi amo para mí era ominosamente claro. Al igual que aquellos cazadores sin mente, sólo existía para suministrarle almas extrayendo sus energías para alimentarle a él y a su Rueda del Destino.

Tenía que romper aquellas ligaduras ahora que todavía conservaba mi libre albedrío.