La redención de Mortanius
Raziel (vo): En algún lugar de esta gran catedral, yacía oculto el Corazón de la Oscuridad. Fuera, la ciudad estaba sumida en el caos y la catedral no permanecería inmune mucho tiempo.
En momentos así, los secretos ocultos son a menudo revelados súbitamente o perdidos para siempre.
En la última fragua, Raziel deduce quién es realmente el dios de los vampiros…
Raziel (vo): Había visto el símbolo por todas aquellas ruinas. Debí haberme dado cuenta antes de qué era lo que adoraban. Ahora no había dudas. Esta escena mostraba el tormento y la desesperación que los vampiros antiguos sufrieron al ser arrojados de la Rueda del Destino.
Así que este era el dios cuyo abandono les había conducido a la locura y al suicidio. Finalmente lo entendí. La auténtica naturaleza de la maldición de sus enemigos no era la sed de sangre, sino su inmortalidad.
La más sabia, fuerte y noble de las razas embaucada por la voz de aquel viejo parásito, pero yo lo había visto y fuera lo que fuese no era ningún dios.
Raziel es recibido por los guardianes del Tiempo y la Energía…
Guardián del Tiempo: Todos en la Rueda están bendecidos.
Guardiana de la Energía: Regocijaos en las vueltas de la Rueda.
Guardián del Tiempo: Da vueltas aunque no podamos verla.
Raziel (vo): Vuestra Rueda es una mentira.
Guardián del Tiempo: Darás la vuelta a la Rueda.
Guardiana de la Energía: Ven…
Guardián del Tiempo: Muere…
Tras derrotar a los espectros de los guardianes, Raziel se percata de la protección existente en la nave espiritual…
Raziel (vo): Esta nave espiritual estaba protegida por capas de energía sobrenatural. Tenía que haber alguna manera de disipar esta barrera.
Y tras forjar la Segadora…
Raziel (vo): Cuando la Segadora absorbió las almas de los guardianes originales de la Energía y el Tiempo, quedó imbuida con el poder elemental de la Tierra con el que sus principios estaban alineados.
De vuelva al altar de la Catedral, Raziel consigue abrir un camino hacia las catacumbas…
Raziel (vo): Al igual que un bello ataud oculta un cuerpo putrefacto en su interior, la gran catedral del Averno parecía guardar sus propios secretos ocultos en las catacumbas, bajo sus cámaras abovedadas. ¿Era esta la fuente de la corrupción que infectaba Nosgoth? Vorador había insinuado algo más.
En los pasadizos, Raziel descubre nuevas historias sobre la guerra entre vampiros y hylden…
Raziel (vo): La Historia la escriben los vencedores. Bajo las cámaras del Averno, descubrí escenas que contaban una historia familiar pero desde un punto de vista muy diferente.
Esto era obra de la raza enemiga y revelaba lo que las historias de los vampiros convenientemente omitían: que los nobles vampiros, empujados por su dios, habían iniciado las guerras que destruirían a ambas razas, tanto a la vencedora como a la vencida. Sus adversarios se opusieron al dios de los vampiros y se negaron a someterse a la Rueda del Destino, por ello fueron desterrados.
Ahora entendía la ironía poética de su maldición y mi parecido con el enemigo de los vampiros ya no me parecía tan casual.
Más adelante…
Raziel (vo): La raza desterrada predijo que un héroe les liberaría de sus opresores y destruiría los grilletes del tiránico dios de los vampiros. El mismo héroe que portaba la espada llameante. ¿Qué clase de juego era este en el que todos los jugadores reclamaban el mismo peón?
Dios antiguo: Así pues, Raziel, tu auténtica naturaleza por fin se ha revelado. Nunca fuiste el salvador de los vampiros. Perteneces a la raza hylden. Y cuando Kain se dé cuenta de esto, ¿qué piensas que hará?
Raziel llega hasta un gran foso en el que Mortanius dirije un ritual de adoración…
Cenobitas: ¡Hash’ak’gik! ¡Hash’ak’gik! ¡Hash’ak’gik!
Mortanius: Gran Hash’ak’gik. Te escuchamos.
Cenobitas: Temblamos y te obedecemos.
Mortanius: Te ofrecemos este sacrificio sobre el altar del mundo.
Cenobitas: La sangre de nuestro primogénito la sacrificamos por ti.
Raziel (vo): En las profundidades de la catedral del Averno tropecé con un sanguinario ritual. ¿Era esta la fuente de la corrupción que se había apoderado de la ciudad?
Mortanius: ¡Que esta sangre te alimente por toda la eternidad!
Cenobitas: Evita tu ira sobre nosotros, gran dios.
Mortanius: La ira de Hash’ak’gik ha sido aplacada una vez más. Marchad ahora como siempre en su servicio.
Cenobitas: Temblamos y obedecemos. Hash’ak’gik, por siempre sea alabado. ¡Hash’ak’gik! ¡Hash’ak’gik! ¡Hash’ak’gik!
Raziel (vo): ¿Qué era lo que estos alienados humanos adoraban con tanto fervor? ¿Se trataba del temido innombrable del que Vorador me había advertido?
De repente, Raziel se ve atrapado y es arrojado al fondo del foso…
Raziel (vo): Fuera lo que fuese el supuesto dios que habitaba en este foso inmundo, estaba a punto de encontrarme con él.
Hash'ak'gik : No huelo a sangre. ¡Primero se corta el cuello para que mane la sangre! Luego cae al foso. El sacrificio es rechazado. Conocereis mi ira.
El monstruo se acerca y cree reconocer a Raziel…
Hash'ak'gik : ¡No es posible! No, no puede ser.
Raziel: ¡Atrás, monstruo!
Hash'ak'gik : No, esa voz. ¡No es posible! ¡Conozco esa voz! ¡Pero si cayó al abismo! Ese fue su final.
Raziel: No me caí al abismo.
Hash'ak'gik : ¿Así que recuerda eso?
Raziel: Fui arrojado allí por mis propios hermanos.
Hash'ak'gik : He oido lo que les hiciste. Y ahora, por fin me has encontrado.
Raziel: Turel…
Turel: Turel, sí. Ese era mi nombre entonces.
Raziel: Los otros eran grotescos, pero…
Turel: Sí, he cambiado. Me he convertido en un dios. Más grande de lo que tú nunca fuiste, Raziel. Tú nunca fuiste un dios. ¡Más grande incluso que Kain!
Raziel: ¿Es a ti a quien esos humanos ofrecen sus sacrificios de sangre?
Turel: ¡Hash’ak’gik! ¡Hash’ak’gik! Sí.
Raziel: ¿Pero cómo ha podido suceder?
Turel: Fui convocado. Había oscuridad y una gran hambre y entonces fui encontrado.
Raziel: ¿Por qué te quedas en este terrible lugar?
Turel: ¿¡Que por qué me quedo!? ¿¡Crees que me quedaría si pudiese salir!? Mientras ellos me acosan, ¡me laceran!
Inesperadamente, la voz de Turel cambia…
Turel (poseído): La hora se acerca. Tal y como se predijo.
Raziel: ¿Turel?
Turel (poseído): Usamos su voz para comandar a los discípulos de arriba. Exigimos ofrendas para mantener vivo al anfitrión. Ha sido un buen recipiente pero ya no puede llevarnos más lejos. Debes prevalecer, el campeón enemigo se aproxima.
Turel: ¡No! ¡Debo tener sangre! ¡Traedme sangre, o sentireis la ira de vuestro dios! ¡Tú! Vuestra sangre. ¡Sí! Me fortalecerá contra ellos.
Raziel: ¿¡Qué estás haciendo!?
Turel: No, no más preguntas. No más veneración. Hora de correr. Hora de gritar. Hora de morir.
Raziel se defiende y consigue derrotar a Turel…
Turel: ¡Sí! Ahora.
Turel (poseído): Apresúrate en tu misión. Hazle frente y mátale. Destruye al fin la ligadura. ¡Todos seremos…
Turel : …libres!
Al consumir el alma de Turel, parte de los entes que lo parasitaban entran en Raziel. Al salir del foso, Raziel encuentra a Mortanius mientras hablaba a Kain…
Mortanius: Ven a mí, mi hijo muerto viviente. Apresúrate a llegar a los Pilares. El escenario está preparado para el gran final. Tendrás tu venganza.
Raziel: ¡Mortanius!
Mortanius: Así que por fin sales a campo abierto. La ligadura debe frágil de verdad pero comprobarás que llegas demasiado tarde.
Raziel: ¿¡Para qué llego demasiado tarde esta vez!?
La entidad que controla a Mortanius intenta hacerse con el control…
Mortanius: ¡Ahh, no, ahora no! Llegas demasiado tarde para obtener la victoria. Te he derrotado después de todo.
Raziel: Has confundido mi identidad.
Mortanius: ¿Lo he hecho? ¿Olvidas quién me enseño las antiguas profecías?
Mortanius (Lord Hylden): Este recipiente dice la verdad. Llegas demasiado tarde. Pero ya no importa en absoluto. Con o sin ti, prevaleceremos.
Raziel: Así que finalmente encuentro al innombrable anidado en el mismísimo corazón del Círculo. Irónico.
Mortanius (Lord Hylden): Justicia poética. Derribar los cimientos de los Pilares desde dentro. Tendremos nuestra venganza, completa y por toda la eternidad. A este le queda poca fuerza. No hay que romperlo.
Mortanius: A los de tu especie no les gusta perder.
Raziel: Busco el Corazón de la Oscuridad.
Mortanius: Ah, ahora piensas en eso pero como ya te he dicho llegas demasiado tarde. El Corazón ha cumplido con su función. Lo he usado para poner en marcha la profecía. He creado el campeón vaticinado por mis maestros que está destinado a ser tu destructor.
El Vástago del Equilibrio salvará a Nosgoth. Los Pilares volverán a estar bajo custodia vampírica y tu raza será desterrada para siempre.
Raziel: ¡Kain! ¡Usaste el Corazón de la Oscuridad para crear a Kain!
Mortanius: A quién sino. Al principio me negué a creer en los antiguos mitos. Pensé que los vampiros eran simplemente una plaga desatada sobre la humanidad, una pestilencia que debíamos controlar.
Pero tenían razón y nosotros nos equivocamos al querer destruirlos. Moebius y yo no comprendíamos lo que los Pilares estaban reteniendo. Estoy expiando mis culpas y seguiré haciéndolo hasta el final que ahora adivino cerca.
Pero sé que Kain restaurará el Equilibrio… ¡aahhg…! …y muy a tiempo. Mi enemigo se hace más y más fuerte.
Raziel: ¿Dónde está ahora el Corazón de la Oscuridad? ¿Lo has destruido?
Mortanius: Sigues sin entenderlo, ¿eh? No puedes hacer uso de él mientras Kain lo proteja con su vida.
Raziel: ¿¡Kain lo tiene!? ¿¡Lo lleva dentro!?
Mortanius: Jaque y mate. Esta hazaña me redimirá primero a mí y luego a toda Nosgoth. Debe hacerlo. ¡Debe…!
Mortanius (Lord Hylden): Se está debilitando, pero pronto tendremos un recipiente más fuerte. La hora tan esperada se aproxima y nuestra liberación es inminente.
Mortanius: Tengo que acabarlo ahora…
Mortanius se desvanece dejando Raziel descolocado tras revelarle la ubicación del Corazón de la Oscurdad…