El vampiro Vorador
Adentrándose en el bosque, Raziel alcanza la morada del vampiro Vorador…
Raziel (vo): Afincado en las profundidades del bosque Negro, hubo un tiempo en el que Vorador presidió la corte de un reino privado, tan decadente como depravado.
Ahora todo estaba inmóvil. Confié en no haber llegado demasiado tarde.
En un patio interior, una construcción llama la atención de Raziel…
Raziel (vo): Este estanque parecía relacionado con los portales que me habían transportado hasta las ruinas de los vampiros, pero su superficie estaba perturbada por los vertidos de aquellas gárgolas.
Y en la parte de arriba, Raziel observa nuevos murales…
Raziel (vo): Aquellas gárgolas eran efígies de los enemigos de los vampiros. En los murales , eran empaladas por heroicos guerreros vampiros. Quizá se trataba de una pista.
Raziel (vo): Este mural era similar a uno que había visto antes en la habitación de la fuente.
Raziel (vo): Esta estatua parecía ser el mismo héroe que había visto representado en la habitación de la fuente. Tenía que ser algo importante.
Raziel consigue la primera lanza…
Raziel (vo): Este era el guerrero vampiro representado en la habitación de la fuente porque aquí estaba el arma del héroe. Esta podría ser la clave para resolver el enigma.
Volviendo a la habitación de la fuente, Raziel atraviesa dos de las tres gárgolas con lanzas que ha conseguido. Éstas dejan de verter agua…
Raziel (vo): Esta puerta requería claramente algún tipo de artefacto para abrirse.
Raziel (vo): Aquellos murales estaban relacionados con los de la habitación de la fuente porque esta pared también se había roto.
Raziel (vo): Quizá este emblema arcano abriese la puerta sellada en la cripta.
Raziel (vo): Aquí estaba la segunda pieza del emblema. Sin duda ahora la puerta de la cripta podría abrirse.
Raziel (vo): ¡Hum! El artefacto que tenía no era suficiente. Claramente todavía faltaba una pieza en este rompecabezas.
Completando el puzzle, Raziel accede a la cámara donde se halla la última lanza…
Raziel (vo): Con esta tercera y última arma, el misterio de la fuente quedaría finalmente resuelto.
Atravesando a la última gárgola, Raziel activa el portal que le conducirá a la fragua del Agua. Allí observará nuevos murales…
Raziel (vo): Aquí las imágenes estaban sin adulterar y su significado era ominosamente claro: el heroe de los vampiros, el portador de la Segadora, se enfrentaría a un adversario a su altura. La raza enemiga, desterrada hace milenios, tenía su propio campeón. Uno con ojos llameantes y una espada de fuego.
Mis similitudes con el adversario eran como una burla para todas mis esperanzas. ¿Es que Kain había sido el heroe de la profecía todo el tiempo? ¿Sospechaba mi auténtica naturaleza? Porque si yo era este adversario predestinado, entonces Moebius tenía razón desde el principio. Mi destino era combatir con Kain y destruirle o ser destruido.
¿Qué tuvo que ver el libre albedrío con todo esto?
Ante la nave elemental vacía, los espectros de los guardianes de la Muerte y los Estados esperan a Raziel…
Guardián de la Muerte: Tu salvación está próxima. En la muerte hallarás liberación.
Guardian de los Estados: Este estado es una mera expiación.
Tras derrotarlos Raziel consigue forjar la espada con Agua…
Raziel (vo): Una vez más, la Segadora absorbió los espíritus de los antiguos guardianes vampiros y así quedó imbuida con el poder elemental del Agua.
En otra parte de la mansión de Vorador, Raziel descubre una habitación sellada por poderes Elementales…
Raziel (vo): La cámara misteriosa era claramente importante. Quizá podría encontrar al escurridizo Vorador en su interior.
Raziel activa los orbes que le permiten acceder al interior de esta cámara…
Raziel (vo): Los braseros estaban todos encendidos, pero la puerta permanecía cerrada. Quizá había encendido demasiados.
Raziel consigue finalmente acceder a la estancia en la que Vorador se encontraba…
Vorador: Así que nuestro desventurado salvador ha regresado. ¿Vas a unirte a la última patética batalla de la raza vampírica? Pero me pregunto en qué bando estarás.
Raziel: No he venido a luchar contigo, Vorador.
Vorador: No sabes por qué estás aquí.
Raziel: Lo que sé es esto: que tú eres el autor de mi destino y como tal el único que puede volver a escribirlo.
Vorador: Me atribuyes demasiados méritos.
Raziel: Tú forjaste la Segadora. He visto la evidencia.
Vorador: Yo fui su creador, sí.
Raziel: Entonces conoces su propósito.
Vorador: No, sólo los retazos de profecía que mi maestro compartió conmigo.
Raziel: ¿Y esos retazos explican por qué forjaste un arma para aprisionar a tu salvador?
Vorador: Oh, bien. Parece que tenemos nuestra respuesta. Has escogido tu camino.
Raziel: ¡No he escogido nada! ¡He sido engañado a cada paso que he dado! Pareces saber lo que soy. ¡Dímelo!
Vorador: Creí haberlo hecho una vez pero ahora todas las profecías han fallado. Los Pilares están corruptos. Soy el último de mi estirpe y cuando los cazadores de Moebius me encuentren, todo habrá sido para nada.
Raziel: Te olvidas de Kain.
Vorador: Oh, sí. Kain. Temo que lleva sobre sus hombres una carga mayor de la que cree. No puedo ayudarte incluso aunque lo desease. Yo creé la espada Segadora pero sólo por mandato de mi señor Janos Audron. No sabría decir qué clase de hechicerías habrán infundido después en ella él y los otros.
Raziel: Janos trató de darme la Segadora antes de morir. Dijo que fue forjada para mí. ¿Pero qué quiso decir? Para ser mi arma o mi prisión.
Vorador: Quizá deberías preguntárselo tú mismo.
Raziel: ¿¡Janos está aquí!?
Vorador: En cierto modo.
Vorador conduce a Raziel hasta una cripta en la que descansa el cadáver de Janos Audron…
Vorador: El más grande de todos nosotros, el padre de nuestra raza. Los Sárafan le arrancaron el corazón mientras vivía hace cinco siglos.
Raziel: Pero no hay síntomas de podredumbre. ¿Cómo es posible después de todos estos años?
Vorador: En algún lugar, el corazón todavía late, y mientras lo haga el cuerpo permanecerá incorrupto. Si se le devolviese, Janos podría ser resucitado.
Raziel: ¿Y no has intentado recuperarlo en todos estos años?
Vorador: Muchas veces, pero nuestros enemigos escondieron el corazón demasiado bien. Fue llevado hace siglos a la catedral del Averno como trofeo. Lo bautizaron como el Corazón de la Oscuridad. Creían que personificaba la esencia de nuestro oscuro don y lo ocultaron para evitar que cayese en malas manos, nuestras manos.
Redímete, puede que seas nuestra última esperanza. Quizá sólo tú puedas encontrar el corazón si es que está destinado a ser encontrado. Si Janos puede resucitar, él tendrá todas las respuestas que requieres.
Esta llave te abrirá el paso hasta el Averno, pero date por avisado: en la catedral actúan oscuras hechicerías. No bajes la guardia.
Vorador se desvanece y Raziel llega hasta la sala que da acceso al Averno…
Vorador: El Averno está en llamas y con él nuestras esperanzas pueden evaporarse.
Raziel: ¿Cómo puedo encontrar el corazón en medio de semejante caos?
Vorador: Debes actuar con rapidez. Pero cuidado, un antiguo mal, innombrable para nuestra raza, habita en su interior desde antaño. No hay duda que esa es la fuente de la corrupción que infecta al Círculo.
Para triunfar debes resistir su influencia.