Renuncia
Entrando en la sala contigua, Raziel encuentra a su Yo anterior como sacerdote Sárafan…
Raziel Sárafan: Así pues aquí estamos, vampiro. ¿Has destruido a mis hermanos y ahora vienes a por mí? Descubrirás que no soy presa fácil.
Raziel: No quiero matarte pero lo haré si es preciso, devuélveme el corazón y demos esto por zanjado.
Raziel Sárafan: ¿Entonces has venido a vengar a ese parásito y reclamar su pútrido corazón? Eres un demonio justo, ¿eh?
Raziel: Eso es lo que parece.
Raziel Sárafan: No, vampiro, aquí termina todo. No conseguirás salir de esta habitación. Acabemos de una vez. Seré compasivo y lo haré rápido.
Raziel: Como hiciste con Janos.
Raziel Sárafan: ¡Jajajaja…! No, esa bestia nos había eludido durante demasiado tiempo. Habría sido una lástima acabar con él con premura.
Menuda ironía, el gran Janos Audron no resultó un desafío a fin de cuentas gracias a ti. ¿Oíste cómo gritaba cuando le arrancaba su negro corazón y lo dejaba cadáver?
Raziel no puede aguantar la cólera y se abalanza contra su antiguo Yo. Tras una breve lucha, lo atraviesa con la Segadora…
Raziel: ¡Te repudio!
Raziel Sárafan se desploma muerto en el suelo…
Raziel (vo): Y así termina todo. Mi historia ha completado el círculo.