La advertencia del antiguo
Dios antiguo: ¡Ah, mi rebelde muchacho regresa!
Raziel: Tras descubrir más de lo que te gustaría, sospecho. ¿Qué debo deducir de las ruinas que cubren la tierra y las imágenes de esta cámara?
Dios antiguo: Sólo son las falsedades de una civilización fracasada. Te estás dejando engañar, Raziel. Esta antigua raza esperaba manipular el futuro garabateando estas informaciones erroneas.
Ándate con cuidado. Hay fuerzas oscuras actuando en este mundo empeñadas en subvertir tu verdadero destino.
Raziel: De eso no me cabe ninguna duda. La pregunta es: ¿Estoy en su presencia en este mismo momento?
Dios antiguo: Tu arrogancia será la causante de tu fracaso, Raziel. Niega mi voluntad y el arco de tu destino alcanzará una conclusión repentina.
Raziel: Tus amenazas me son indiferentes. Incluso ahora, estoy más allá de tu alcance.
Dios antiguo: Mi alcance es mayor de lo que imaginas. Estás participando en un juego muy peligroso, Raziel.
Raziel vuelve al lago situado en la fortaleza Sárafan y gracias a la Segadora de la Oscuridad accede al santuario de la Luz. Dentro, observa la decoración que adorna las paredes del santuario…
Raziel (vo): Estos murales no dejaban lugar a dudas. Esas criaturas aladas fueron los arquitectos de los Pilares. Y aunque las imágenes eran difíciles de descifrar, al parecer los Pilares desterraban o reducían de alguna manera a sus enemigos .
Después consigue activar el mecanismo para forjar de nuevo la Segadora…
Raziel (vo): Sumergí la Segadora en la fragua e impregné la espada con el poder elemental de la Luz. Así armado, ya podía regresar a la fortaleza y por fin utilizar el dispositivo de flujo temporal de Moebius para perseguir mis propios fines.