Una oportunidad de venganza
Kain despierta en el inframundo, encadenado a unos postes…
Kain (vo): Vae Victus: Dolor para el conquistado.
Irónico, ahora que era yo el que sufría. No se trataba de algo tan vulgar como el dolor físico. Más que una cruel punzada de rabia impotente, era la sed de venganza.
No me importaba si estaba en el cielo o en el infierno. Lo único que quería era asesinar a mis verdugos.
Algunas veces, se consigue lo que se quiere…
El nigromante Mortanius me ofreció la oportunidad de vengarme y yo, como un incauto, acepté su oferta sin considerar el precio a pagar. Nada es gratuito, ni siquiera la venganza.
Mortanius: Tendrás la sangre que ansías…
Kain vuelve a la vida convertido en vampiro, en la cripta de su mausoleo…
Kain (vo): Desperté al dolor de una nueva existencia, en un húmedo seno de oscuridad y podredumbre.
Kain sale al exterior…
Kain (vo): A mis ojos, el mundo había cambiado. No esperaba que la luz resultase tan cruel. El calor del sol no hacía más que molestarme. Con el tiempo esto iría a peor, además de otras cosas.
Kain sale del cementerio dispuesto a encontrar a los bandidos que lo asesinaron…
Kain (vo): La llamada de la venganza no entiende de hambre o fatiga. Encontraría a mis asesinos y los enviaría al lugar del que venía.
Bandido 1: ¿Qué engaño es este?
Bandido 2: ¡Ahí está! ¡Matadlo!
Bandido 3: Te daba por muerto, bastardo.
Bandido 4: Si pudimos matarte, ahora también podremos.
Kain (vo): Sus despreciables caras se grabaron por siempre en mi memoria. Había cruzado la muerte para este momento. En mi mente sólo había un único pensamiento: ¡Matar!
Tras matar a los bandidos que lo mataron…
Kain (vo): No hay mayor liberación que la venganza saciada. Con mis asesinos muertos, mi búsqueda había terminado.
Mortanius: Esto no ha acabado, Kain. Esos necios simplemente eran el instrumento de tu asesinato, no la causa. Busca a sus maestros. Encuentra los Pilares y ábrete paso hasta la fortaleza de la Mente.
Kain encuentra una señal con el nombre de la ciudad Ziegsturhl …
Kain (vo): Aquí fue donde tuvo lugar mi sangriento asesinato. No tendría piedad con los que no me ayudaron. Probarían mi acero y yo su sangre.
Cruzando un puente que deja atrás Ziegsturhl…
Kain (vo): El nigromante no me advirtió de las responsabilidades que acarrearía mi resurrección y debo confesar que, en mis prisas, tampoco pensé en ninguna.
¿Sería su regalo una maldición? Buscaría una respuesta en los Pilares.