Blood Omen 2

Prólogo

Cuatro siglos después de que el noble Kain sufriera la maldición de caminar de noche como vampiro y siglos antes de que éste gobernase el yermo de Nosgoth con su lugarteniente Raziel, su camino de conquista es detenido por un nuevo enemigo. Los Pilares de Nosgoth están en ruinas. Los vampiros vuelven a caminar por la Tierra y el legado de Kain continua…

Kain (vo): Me levanto de los espectros de los viejos sueños. Sin quererlo, lanzado sobre mareas de dolor que suben y bajan, que me dejan dolorosamente despierto y repugnantemente vivo.

Fue entonces cuando la vi por primera vez.

Umah: ¡Buenas tardes! No esperaba que despertases tan pronto. ¡Nos sorprendes!

Kain (vo): Mi mente estaba fragmentada, como un cristal roto.

Kain: ¿Dónde estoy? No recuerdo

Umah: Sí, dijeron que tu memoria se vería afectada por un sueño tan largo. Con el tiempo, eso pasará.

Soy Umah, y estoy aquí para ayudarte. Tu nombre es Kain y en otro tiempo fuiste muy poderoso en la Tierra.

Kain: Sé cómo me llamo, ¿pero mi pasado…? Sólo recuerdo fragmentos.

Umah: Que te hayas despertado es un todo milagro. Cuando te encontramos, sólo quedaba un último aliento de vida en tu cuerpo. Te alimentamos… te cuidamos… y ahora ya te levantas y caminas de nuevo.

Kain: ¿Y qué es este lugar?

Umah: Estás en la ciudad de Meridian. Capital del país de Nosgoth, las tierras que una vez intentaste conquistar y gobernar.

Dime, ya recuerdas tu nombre. ¿Recuerdas también tu carácter?

Kain: Naturalmente.

Umah: En ese caso, déjame mostrarte el futuro:

Has estado dormido durante doscientos años. En ese tiempo, esto es lo que le ha pasado a Nosgoth.

Umah: Fuiste un gran general, al mando de un ejército de vampiros. Pero los poderes a los que te enfrentaste eran demasiado fuertes para ti. Fuiste abatido. Tus ejércitos derrotados, dispersados y destruidos. Todo el mundo pensó que estabas muerto.

Kain: ¿Quién me derrotó?

Umah: Los Sárafan. Un ejército de humanos que juraron erradicar a todos los vampiros del mundo. Un nuevo lider los volvió a agrupar y con una nueva clase de magia que resulta mortal para nuestra raza. Destruyó nuestro ejército y a la mayoría de los vampiros. Tú fuiste derrotado en un combate mortal por su lider: Lord Sárafan.

Pero ese no es el final de la historia. Con la excusa de proteger el país de la amenaza de los vampiros, los Sárafan se han hecho con el control de Nosgoth y su gobierno no es de lo más amable. Durante doscientos años, los Sárafan han esclavizado a los humanos con dureza y han capturado y aniquilado a todos los vampiros que han encontrado.

Kain: Sin embargo no han tenido éxito.

Umah: Todavía no. Y ahora con tu ayuda, nuestra esperanza es derrotar a los Sárafan y restaurar el orden en la ciudad.

Kain: ¿El orden natural? ¿Vampiros cazando a humanos?

Umah: Naturalmente.

Kain: Pero has dicho nuestra esperanza. ¿Quiénes sois?

Umah: Somos la Cábala. La Resistencia de los vampiros. Trabajamos para debilitar el poder de los Sárafan en cualquier parte. Pero estamos perdiendo. Con la nueva magia que utilizan, la magia de Glifo, son capaces de encontrarnos y matarnos. Nuestras filas están menguando. Sin ayuda, no podremos sobrevivir. Te necesitamos, Kain.

Kain: Naturalmente no me trajísteis de vuelta sólo por amabilidad. Debe haber un precio.

Umah: Necesitamos que ayudes a la Resistencia. Conocen nuestras caras. Nos matarían en cuanto nos viesen. Pero tú perteneces al pasado. Hace mucho que estás muerto y enterrado. Puedes llegar a donde nosotros no podemos. Eso nos da una pequeña ventaja.

Kain: Esto está muy bien para vosotros. ¿Y por qué se supone que iba a ayudaros? ¿Cual será mi recompensa? ¿Eterna gratitud?

Umah: ¿Tanto has cambiado? Lord Sárafan te derrotó. ¿Acaso no quieres matarle? Cuando lo hayas destruido, podrás continuar con tu lucha por el poder. Recuperar a tu ejército y gobernar por fin este país. ¿Ya no te atrae la sed de venganza y el ansia de poder? ¿Tan muerto estás?

Kain: Creo recordar que ya he sido utilizado por otros antes. Y no me fue bien.

Umah: Esta vez vencerás. Somos tus aliados. No te traicionaremos. Lo que queremos de ti es sencillo. No ocultamos nada. Si tú tienes éxito, lo tenemos todos.

Kain: ¿Me pides que confíe en ti?

Umah: Debemos confiar el uno en el otro. Juntos podemos derrotar a Lord Sárafan. Cuando él haya muerto, su orden se derrumbará. No son más que unos estúpidos. Pero hay otros peligros aparte de los Sárafan que debemos superar.

Kain: ¡No me preocupan los peligros! ¡Me temerán! ¿Me oyes? Dime dónde puedo encontrar a Lord Sárafan. Habré acabado con él en menos de una hora.

Umah: ¡Ja, que arrogante! Si fuera tan sencillo, ya lo habríamos hecho nosotros, Kain. Y tú aún estás demasiado débil para enfrentarte a él. Además, está protegido por otros vampiros.

Kain: ¿Vampiros al servicio de los Sárafan? ¿Están locos?

Umah: Valoran sus vidas. Mientras estén al servicio de Lord Sárafan, él les permitirá vivir.

Kain: Disfrutaré destruyéndolos.

Umah: Tendrías suerte de sobrevivir a un encuentro así, al menos hasta que te pongas más fuerte. Pero si vences, podrás absorber la sangre de sus venas y así conseguir nuevas destrezas. Para nuestra raza, esas son las Dotes Oscuras.

Kain: Estoy deseando encontrarme con esos traidores a nuestra raza… ¡¡Aaaarrrghh…!!

Kain siente un fuerte dolor en el pecho…

Kain (vo): ¡Me gira todo! ¡Me duele el cuerpo! Estoy demasiado débil.

Umah: Tienes la Sed. Ven, vampiro. Es hora de alimentarte.

Kain: ¡Sí!